Infancia[]
Uyoku fue abandonado por sus padres desde muy temprana edad, los sacerdotes que lo adoptaron indicaron que cuando lo encontraron en la puerta de su iglesia, tenía 6 meses. A pesar de todos los esfuerzos de aquellos que lo cuidaron por toda la infancia de este, Uyoku siempre tendía a querer matar lo que molestara, por lo que toda su infancia la pasó básicamente dentro de la iglesa, esto con el fin de que no realizara algo de lo que se arrepintiera.
Sin embargo, siempre tenía sus problemas, consideraba innecesario instruirse en los asuntos de la iglesia, ya que decía que cuando tuviera la edad se uniría al ejército imperial, y sería tan poderoso que no tendría que volver nunca más. A pesar de esto, se sabe de memoria toda la biblia debido a todo lo que tuvo que estudiar durante toda su vida.
Uyoku vivió una infancia llena de cosas que él consideraría inútiles, pero más tarde fueron consideradas grandes valores, y que no olvidaría para nada. Inclusive con el paso del tiempo, comenzó a llamar a la cocinera de la iglesia "mamá" y al sacerdote de ella como "papá".
Justo en su cumpleaños número catorce, debido a una maldad (clavarle un cuchillo en la pierna a un compañero del colegio) fue castigado y enviado a cortar leña para el fuego. Cuando volvió a la iglesia encontró una escena muy poco agradable, soldados del Imperio habían asesinado a todos aquellos que estaban dentro de la iglesia. Tras comentar que no le importaba y que prefería cortar unas cabezas, Uyoku tomó el hacha y asesinó a los 3 soldados con dicha arma, y tras eso enterró a las personas que lo criaron.