Hōjō fue criado bajo el matrimonio prohibido entre un Soldado Imperial y una Sacerdotisa de un Movimiento Religioso. Su padre fue maldecido con tener una vida miserable por haberse casado con la joven sacerdotisa, nunca obtuvo un mayor rango el Ejercito Imperial y falleció con un reputación de cobarde y débil.
Debido al trato despectivo que recibía Hōjō y su madre, este decidió que nunca dejaría que traten así a su madre, enlistándose en la Guardia Imperial, en la academia conocería a Cobra y a Natsuki con los que haría siempre equipo y llegaría a considerarlos sus amigos. Sin embargo, era obvio que las habilidades de Hōjō eran mayores que las de Natsuki y las de Cobra, por lo cual pudo graduarse mucho antes que ellos.
Hōjō seguiría a un Comandante, sospechoso por ser parte del Ejército Revolucionario, lo atraparía brindando información sobre el Imperio. Hōjō tomaría acciones y mataría a todos los rebeldes, dejando al Comandante sorprendido. El Comandante sería derrotado por Hōjō, pero este no lo mato, pues creía que merecería mayor dolor, por lo cual lo envió a las cámaras de tortura. Ese año se ganó el puesto de Teniente y sería trasladado a la Marina Imperial.
En la Marina conocería a Fang, con quien siempre tuvo una relación de rivalidad, sin embargo Hōjō no creía que Fang tenía lo suficiente para ser el mejor soldado del Imperio, de todas formas siempre respetó su apoyo al Imperio. Con 12 años se hizo general de una de las dos unidades de la Marina.
Cuando Fang fue promovido a Gran General Superior del Imperio, Hōjō se hizo cargo de la marina, obteniendo el cargo de General Superior de la Marina Imperial.